Estrenada con un escándalo similar al de "Ultimo tango en París", esta historia de una pasión sadomasoquista ambientada en parte en un campo de concentración nazi, provocó protestas en varios frentes: unos lo hicieron por las escenas de sexo y otros, criticando la ambigüedad ideológica en el tratamiento que hacía la directora Liliana Cavani del personaje de un oficial de las SS.
Una joven judía llamada Lucia Atherton es sometida a abusos sexuales en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Trece años después, ya hecha una mujer, Lucia encuentra por casualidad al oficial nazi que la sometía a todo tipo de vejaciones. El ex militar trabaja ahora como portero de un lujoso hotel de Viena, y tras el inesperado encuentro los sucesos del pasado acaban desembocando en una enfermiza relación de rasgos sadomasoquistas.
Una película mítica que hay que ver, a cuya aureola han contribuido mucho las interpretaciones de Dirk Bogarde y Charlotte Rampling, que dan una lección de ductilidad y matices, en personajes tan turbios como escabrosos.
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